hoy viaje en buquebus, que me devolvio a mi dulce hogar
un hombre me miraba
MUCHO
no me anime a hablarle
era atractivo, era parecido al actor que hace de SUPERMAN
no me animé, aun, cuando el, me siguio mirando mientras yo desayunaba mi emparedadado de pollo y vegetales y mi coca ligth, en ese extraño medio de transporte acuatico
llore un rato en el viaje (Y EL TAMBIEN LO VIÓ, PUES ME MIRABA...), producto de algunas raras sensaciones desconocidas por mi, como la decepcion, que es un buen titulo que desarrollare mas adelante, en futuras entradas, cuando mis sensaciones y pensamientos hayan madurado a su estado real y mis reflexiones no esten teñidas de la impavidez que hoy siento....
el me miraba, ese es tema de este post.
ME ARREPIENTO, deberia haberle hablado, aunque mas no fuera para decirle: en mi angustia de hoy, tu mirada de desconocido me reconforta, un poco.
LO HAGO SIEMPRE; PERO HOY ESTOY MUY POCO YO. Eso fue, seguro.
Sobre el agua, como los camalotes de mi Delta, viene viajando Muscari. Relata, con natural fluidez mordiscos invisibles a un emparedado de pollo, Gases que buscan la superficie de una coca cola Light; dice Muscari. Dice y hace sobre el agua que conecta las orillas, que son a pesar de nosotros mismos, la misma tierra.
ResponderEliminarSe ha visto todo él, reflejado en los ojos de un extraño. Ha visto en el propio llanto y el ajeno una congoja de niño. Creció al verse descubierto por la mirada del otro que seguramente estará todavía, pensándolo en sus adentros.
Yo vi desde mi sitio, el llanto virginal de ambos. La grieta.
No sé porqué agradece. Pero lo hace. Agradece ausente, seco como un desierto. Llega y dice gracias.
ResponderEliminarAgradece la poesía que nace porque debe nacer solamente. Mansa y fértil la poesía sobre el desierto.
Será de aquella "desepción" que se desprende sin aliento, el gracias de su boca y traducen sus dedos?
Me dio una tristeza ese relato en el buque, me pone la angustia a flor de piel, en un mes de pura decepciones, me voy al medio del mar a ver si se me pasa, pero me voy con toda la mochila... los duelos se viven, se procesan, me lo dice el terapeuta... le creo, pero ayer lloré todo el día... igual estoy cansado, se puede volver a creer... se puede?
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